Cofradías. Al considerar el reducido número de los que os tomáis en serio la Hermandad o la Cofradía en todos sus aspectos y necesidades, me viene a la memoria la frase de Jesucristo: ''Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos" (Mt. 22, 14). Aplicando estas palabras al campo de nuestras asociaciones podríamos decir que, en las Cofradías, son muchos los apuntados y muy pocos los decididos a la hora de trabajar. Sin embargo, también es cierto que quien se lleva los disgustos se lleva también las satisfacciones. No hay mal que para bien no venga. Tened en cuenta para vuestro consuelo que sólo merecen confianza quienes son capaces de hacer algo por los demás, sin esperar a cambio prestigio, aplauso o recompensa alguna. Ese fue el testimonio de Jesucristo: dar la vida, en la Cruz, condenado por los mismos a quienes venía a salvar. Yo manifiesto mi deseo y mi esperanza en que las Hermandades y Cofradías avancen cada día más en la vivencia de su identidad cristiana y eclesial; y que sean, también cada día, un testimonio más notorio de fe, de esperanza y de caridad, en este mundo tan necesitado de sólidos motivos para vivir y para esperar. Y sabiendo que este empeño comporta mucho trabajo y abundantes dificultades, quiero ponerme a vuestra disposición como Padre y Pastor dispuesto a ofrecer mi ayuda y apoyo cuando la necesitéis. |