Los emeritenses celebran el
Corpus Christi en el Día de la Caridad
La campaña de Cáritas este año tiene por objetivo la defensa de los derechos humanos, y tiene por lema "Los derechos humanos son universales, las oportunidades deberían serlo".
Hoy, la Concatedral de Santa María y sus alrededores se ha convertido en uno de los días más transcendentes, como en todos los países católicos, por la resonancia social y litúrgica de la procesión del
Corpus Christi, que conmemora la institución de la Eucaristía y donde la Iglesia celebra también el Día de la Caridad, por la relación intrínseca que existe entre Eucaristía y Caridad.
Hoy la Concatedral de Santa María y sus alrededores se ha convertido en uno de los días más transcendentes, como en todos los países católicos, por la resonancia social y litúrgica de la procesión del
Corpus Christi, que conmemora la institución de la Eucaristía y donde la Iglesia celebra también el Día de la Caridad, por la relación intrínseca que existe entre Eucaristía y Caridad.
Conservando su carácter popular, la celebración del Corpus, con sus tres dimensiones: histórica, cultural y religiosa; se convierte en la fiesta dedicada al Cuerpo y la Sangre de Jesús, en su representación por medio del pan y el vino, y que hoy se celebra en todo su esplendor 60 días después del Domingo de Resurrección, coincidiendo siempre en jueves, aunque la celebración se realiza hoy domingo, ya que el
Corpus dejó de ser festivo a nivel nacional, perdiendo ese significado inicial, pues fue un jueves cuando Cristo realizó este misterio.
Una mañana calurosa en Mérida, donde se entremezclaba un cielo nuboso y amenazante, no invitó a muchos emeritenses a salir a las calles céntricas de la ciudad al paso de la comitiva religiosa que presidía la Custodia del
Corpus de la Cocatedral de Santa María.
La procesión fue el gran acto Sacramental de Mérida, en donde las Hermandades y Cofradías, y colectivos religiosos, al igual que en la procesíon de la Mártir Santa Eulalia, en el 10 de diciembre, se reúnen con esta advocación para procesionar, colocándose cada uno dentro del cortejo, en el lugar que le corresponde, tanto por la antigüedad de las mismas, como por la devoción y caridad que de ellas se desprende.
En un itinerario marcado por la juncia que escasamente una media hora antes del inicio de la procesión, habian depositado los operarios municipales en el suelo, y que siguió desde la plaza de España, calle Santa Eulalia, Puerta de la Villa calle Delgado Valencia, Calle de Félix Valverdo Lillo, calle de San Francisco,
Plaza de la Constitución, Calle Trajano, a Plaza de España; se presentaba la Custodia en los altares alegóricos, instalados por las hermandades y asociaciones religiosas.
Asimismo, y como ya se va haciendo tradicional, es el cuarto año, los niños de comunión, que portaban cesta con pétalos de flores para arrojarlos a los altares, no salieron de la Concatedral sino de la iglesia de las Concepcionistas, donde habían participado en una especial eucaristia, uniéndose posteriormente a la solemne comitiva procesional.
La comitiva religiosa, precedida de la cruz parroquial de la concatedral, la componia las asociaciones y colectivos religiosos, como la Hospitalidad de Lourdes de Mérida, la Adoración Nocturna, que hoy es su día grande, las damas de San Vicente de Paúl, a estos se unían representantes de varias barriadas como la de San Antonio, San Juan y San Bartolomé, la asociación para el culto a Santa Eulalia, Hermandades y cofradias, la Coral Augusta Emérita y La Custodia bajo palio, portado a mano.
Tras La Custodia, reprensetantes municipales y de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado, precedidos por la escolta de gala de policia municipal y cerrando el cortejo, la Banda Municipal de Música, que amenizó durante todo el recorrido.
ORÍGENES DEL CORPUS
Procesión del Corpus en Mérida. El arzobispo de Mérida-Badajoz, Don Santiago Gracia Aracil, presidió la tradicional procesión
La fiesta del Corpus conmemora la institución de la Santa Eucaristía, con el fin de tributar un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. La Solemnidad del Corpus Christi se remonta al Siglo XIII.
Sus orígenes parten en concreto del año 1246, en Bélgica, donde Juliana de Mont Cornillón tuvo una visión de la Luna Llena con una mancha negra, la cual comunicó al obispo de Lieja, Roberto de Thorete, que a su vez informó a un grupo de teólogos, llegando a la conclusión que la mancha negra era la falta de una fiesta dedicada al Sacramento Eucarístico, estableciéndose la misma. Entre esos teólogos se encontraba Jacques Pantaleón, que de archidiácono de Lieja pasó a ser el papa Urbano IV, en 1261.
Preparativos finales del Monumento Efímero del Corpus 2004. Urbano IV publicó la bula "Transiturus de hoc mundum", en la cual se institucionalizaba la festividad del Corpus, eligiéndose el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad para su celebración.
Posteriormente, en 1311, Clemente V lo ratificó, al igual que hiciera posteriormente Juan XII, quedando definitivamente consolidada esta celebración, sobre todo en el norte de Europa.
DÍA DE LA CARIDAD
i no quieres formar parte de una sociedad limitada, facilita la participación de todos
Con este mensaje, Cáritas Española anima al compromiso de toda al sociedad con motivo de la celebración de hoy, 14 de junio, Día de Caridad, en la fiesta del Corpus Christi, en la que se celebran colectas a favor de Cáritas en todas las diócesis españolas.
Esta exhortación, según explica Cáritas en un comunicado de prensa, se enmarca dentro en su campaña institucional, en la que bajo el lema "Una sociedad con valores es una sociedad con futuro", propone una reflexión sobre el estilo de vida que se va imponiendo en nuestra sociedad, caracterizado por el individualismo, la insolidaridad, el egoísmo, el consumismo, y las consecuencias muy negativas que este modelo está teniendo en la vida de muchos seres humanos sujetos a situaciones de pobreza, exclusión, marginación, injusticia y desigualdad.
Además, señala que en la actual coyuntura de crisis, "asistimos a un número creciente de personas que ven limitada su capacidad de acceso a los bienes básicos y, por tanto, el ejercicio pleno de sus derechos como ciudadanos". Añade que la precariedad económica es un elemento que "limita" las capacidades de participación plena de muchas personas en la vida social.
FRACASO MODELO BIENESTAR
Como señalan los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS) en su Mensaje para el Día de Caridad, "no podemos subestimar la crisis ni reducirla a una cuestión de ingeniería financiera. Detrás asoma el fracaso de esta sociedad del bienestar y de un modelo de desarrollo que no ha logrado reducir las desigualdades ni disminuir la pobreza en los últimos quince años a pesar de ser años de gran desarrollo económico".
En concreto, los prelados se hacen eco de "los alarmantes índices de desempleo, el creciente número de pequeñas empresas en quiebra y de trabajadores a los que se les acaba el subsidio de desempleo, las dificultades de las familias para pagar sus hipotecas y otras deudas, y los desequilibrios emocionales y relacionales que eso genera, nos hacen sentir el dolor humano en toda su crudeza y descubrir que estamos ante una grave crisis que no parece coyuntural, que está siendo de largo recorrido, y que no sólo afecta a personas sino que cuestiona, también, las estructuras mismas del vigente modelo social y económico".
Ante esta "quiebra" del actual modelo, los miembros de la CEPS aseguran que la crisis "está siendo oportunidad para promover otro modelo social y económico más humano y justo, y para despertar ejemplares respuestas de solidaridad. Es admirable la generosidad que se está generando entre amigos y en el seno de las familias para afrontar los efectos de la crisis. Son miles los voluntarios que están dando lo mejor de sí mismos intentando responder a los sectores más afectados y vulnerables; como, también, es digno de ser reconocido el esfuerzo sincero de muchos hombres y mujeres del ámbito de la cultura, de la economía y la política por aportar respuestas concretas a la crisis".
FRENTE A LA INSOLIDARIDAD, PARTICIPACIÓN
En el Día de Caridad, Cáritas incide en el valor de la participación, que da la capacidad de convertirnos en protagonistas en la construcción del bien común y de una sociedad que, por una parte, promueva el derecho al disfrute universal de unos bienes "que no están repartidos de una manera justa y equitativa, y, por otra, que combata las bolsas de pobreza y exclusión existentes en una sociedad autodenominada del bienestar".
La llamada de Cáritas a la participación en el Día de Caridad se concreta en tres ámbitos:
- Involucrarse personal y comunitariamente de forma activa en todos los ámbitos sociales donde se pueden aportar ideas y acciones, para mejorar y transformar la sociedad, e intervenir en todos los espacios susceptibles de crecer en solidaridad y fraternidad.
- Incluir en ese espacio de participación a quienes habitualmente ignoramos por su realidad de marginación o exclusión, y procurar que también puedan participar de los derechos y de los bienes que son para todos.
- Vivir despierto, consciente de uno mismo y de la realidad en la que vive y, al estilo del buen samaritano, detenerse, escuchar y acoger, y mano con mano, hacer el camino con los otros.
